Violeta Sánchez Hidalgo
@Papovav
– Violeta, ¿has apagado el iPhone?
– (Silencio)
– ¡¡¡Violeta!!!, ¿¡¿que si has apagado el teléfono?!?
– Que no lo quiero apagar papá…
– ¿Pero quién te va a llamar o escribir a estas horas?
– Nadie, pero es por si…
– ¡Por si nada Violeta! Los móviles usan radiaciones de onda, como las que les damos a los pacientes con las radiografías, y todavía no han sacado nada en claro. Pero tiempo al tiempo…
Esta era la dinámica de verano. Noche tras noche… Hasta que una mañana, mi padre (o el amor que me profesa) selló de un golpe sobre mi mesa algunas hojas en inglés: “Ahí lo tienes, ya lo han encontrado. Léetelo, no es tontería.” Así lo he hecho. Algo han encontrado pero ¿el qué? Aquí se lo traigo:
La idea de examinar la asociación de tumores cerebrales con campos de radiofrecuencia de teléfonos móviles surgió del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental del Hospital del Mar de Barcelona. Aunque fue la colaboración de los médicos de Australia, Canadá, Francia, Israel y Nueva Zelanda, los cinco países que participaron en el estudio, lo que permitió su realización.
En estos países se dividió la población en grupos de casos y controles basado en un protocolo común de edad (30-59 años), sexo, región de residencia y localización del tumor. Este último dato es significativo porque se llevó a cabo un análisis complementario que valoraba la mayor incidencia de estos tumores en la zona más expuesta del cerebro, la que permanece más cerca del teléfono cuando hablamos.
La relación es compleja y exigía una evaluación sistemática y detallada, que no dejara atrás variables como la cantidad de uso, el tipo de teléfono, las propiedades de la red, las condiciones de uso (lateralidad, dispositivos de manos libres, frecuencias de uso en entornos urbanos y rurales). Atiendan a que el mínimo detalle, no se escapa. Con todo, los autores sugirieron un mayor riesgo de tumores cerebrales (glioma y meningioma) en usuarios de teléfonos móviles con exposición alta o de largo plazo (siete años o más). La edad media de aparición son los 48 años. Si lo pensamos, la mayoría de los lectores todavía somos jóvenes, pero es ahora cuando edificamos nuestro futuro. ¿O lo destruimos?
A pesar de que sus datos son concluyentes incitan a que otros autores sigan investigando. Todos los estudios son pocos para una patología tan grave como el cáncer asociada a un riesgo tan común, la telefonía móvil.
Efectivamente, y sí. Mi padre tenía razón, no es tontería.
Enhorabuena por este magnífico blog,
y mucho ánimo para seguir escribiendo artículos como este.
Besos, mi violeta que baila
Muchas gracias por estas palabras de aliento querida lectora. Besos para ti.
Pensamos que nada nos afecta ya, que cada vez tomamos mejores hábitos en la vida diaria. Pero la realidad es que una de las actividades rutinarias en nuestra vida nos perjudica y mucho.
Por fin salimos de dudas.
Muchas gracias por mantenernos informados. Felicidades por el blog.
Gracias a ti Daniel, por apoyar el artículo y el blog.
Seguiremos informando.